A partir de la muestra de danza afro de Jime debo decir que...
Pocas veces tuve la oportunidad de toparme con tal rama del arte.
Qué puedo decir, es realmente impactante. El despliegue de energía y frescura es único.
Algo que me llamó mucho la atención, pero debo decir que realmente no me terminò de convencer mucho, el uso del dedo índice! Por Dios, el dedo índice! Por momentos hay movimientos que involucran un puño totalmente cerrado excepto por un dedo que señala, por momentos el cielo, por momento los genitales, por momentos a otro bailarín.
Cabeza, piernas, brazos, muñecas, caderas y dedo índice!
DEtalle super interesante: cada coreo era algo así como de una orilla distinta: una representaba la caza, otra la mujer soberbia, la comida y la bebida, etc.
Uno sabe pero a su vez se deja sorprender del soporte religioso que cada movimiento tiene. Si hay algo que queda sobreentendido es esa admiración por la naturleza que hace ver al hombre un ser ínfimo. Sí, eso es lo que expresa el baile. A tal punto que... cómo explicarlo... el cuerpo es un elemento más de la naturaleza. Digo, hay un gran despojo de prejuicios sobre la carne humana. Los cuerpos podrían haber estado desnudos que eso no iba a llamar la atención. La vestimenta quedaba super accesoria.
El punto era una música que se expresaba en musculatura, huesos, sonrisas y gritos.
Hombres en forma de árboles, de cazadores, de animales.
Cuerpos desconocidos.
Danzaban las personas, danzaban las manos de los percusionistas. En perfecto ensamble.
El suelo no parecía doler, el cansancio no parecía llegar.
Esto es lo que puedo decir desde mi humilde lugar de espectadora. Algún día, algún día, tal vez hable desde el otro lado, desde ese más allá que estaba del lado del escenario pero parecía otro mundo.
