domingo, enero 13, 2013

Studio Ghibli me puede


En esta oportunidad, "Desde la Colina de las Amapolas", en un pueblo de los suburbios en los años 60. Dirigida por Goro Miyazaki, hijo de Hayao.

Hay, siempre hubo, algo en estas películas que me abren los sentidos como nunca. Todas las imágenes sensoriales llegan directo sin filtro, como si del televisor pudiera hasta oler el calor del arroz blanco recién hecho.

Debo admitir que me pueden por la conexión nostáglica con mi infancia, por la infancia misma que en ellas se reflejan, por la empatía que suscitan los personajes atados al pasado.

Porque ni bien uno pisa la primera fotografía del mundo Miyazaki (o bueno, Ghibli) ya puede sentir todo eso por lo cual dan ganas de ser ilustración, animación. De carne y hueso al óleo.

¿Qué hay? Hay agua, mar que no es misterio ni oscuridad, es familia y om

Hay relaciones de hermandad, siempre tan tangibles. Hay animales y cosas personificadas. Hay amor por las letras. Hay medios de transporte, y podría decir que cierto amor por ellos también. Hay bicicletas, sí, un detalle que le da otro color a las películas.

Hay naturaleza. En las estas películas se te recuerda que la luna y la lluvia siempre existen y van a ser testigos de todo. Y los personajes mismos te lo hacen recordar, la contemplan por un buen rato, y la sienten por unas buenas precipitaciones o abren un paraguas colorido.

Y como no podía ser de otro modo, la banda sonora, el jazz perfecto en combinación con las canciones como si fueran de cuna que resaltan la niñez de los adultos. Una voz femenina acapela con aires a madre ausente (o mejor dicho, presente a la distancia)* que silencia el guión para dar lugar a una cadena de emociones.

y el deseo de tener piel de grafito, nacer de un trazo y morir en el fade out.
y el extraño  amor a lo novela japonesa que se hace y dice todo sin un solo beso.
(* será que para él Dios es mujer?)

el permiso a los silencios. 


1 comentario:

Alina Golondrina dijo...

No podría estar más de acuerdo... Me encantó lo de hasta sentir el olor a arroz blanco recién hecho. TAL CUAL.

Gracias por la hermosa reflexión. Me voy a ver alguna peli de la magia de Ghibli :)

mi chica peruana

-" Libertad es decirle al espejo: Mirame, no voy a morir, sin vivir"-SANCAMALEON