Las rutinas son doblemente satisfactorias cuando, ante la consideración de las alternativas posibles, uno las sigue eligiendo.
Cada vez que elegimos tomar el camino de una rutina la reafirmamos como tal; y el darnos cuenta de que nuevamente fue our pick nos hace sentir un poco más contentos con la decisión.
Hablo de esas rutinas que uno construye, en donde uno se crea un ambiente que vaya con su estado anímico, con su mente. Es una rutina hecha, en donde acomodamos los elementos para que podamos disfrutar de esa soledad.
Hablo de las pequeñas rutinas que afinan con el alma.
No sé si serán lo años o qué pero cada vez disfruto más de solitarismo y de esas pequeñas rutinas.
Todos los sábados reafirmo mi almuerzo de 3 sandwiches de miga: tomate, huevo y queso + Awafruit de naranja y durazno.
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