¿Y, qué te pareció el libro?
Cómo responder a esta pregunta.
En cuestión de minutos logró llevarme al encuentro directo con la soledad, tan palpable como esas hojas que iban pasando automáticamente entre mis dedos.
Uno cree que ese protagonista no es más que un ser ajeno, un personaje ficticio de una novela ficticia y de repente uno cae en la cuenta de que eso ficticio es en realidad tan verídico que lo tenemos diluido en la sangre humana.
Porque respiramos angustias de novela y sufrimos como un corazón protagónico.
Uno siente que lo pasan por un vaso de leche como a una vainilla, cayendo en la cuenta de que a pesar de la solidez que aparentamos mantener, somos porosidad por todos lados. Dejamos que todo eso que nos rodea permee dentro nuestro hasta que nos ablandamos corriendo el riesgo de luego quebrarnos.
Sería injusto no admitir que toda la historia sirvió de carnada para que otras emociones que estaban caladas más profundo picaran y afloraran de repente. Sería injusto no admitir, por ejemplo, que ciertas lágrimas no le pertenecen a Murakami, sino a vos.
La extraña mezcla entre las infelicidades humanas presentes a lo largo de toda la novela; los cuestionamientos que se detonan dentro del lector a partir de lo asimilado; y una rara aparición de restos fósiles de emociones, hicieron que al llegar a ese punto final me sintiera como una toalla seca a la cual escurren con tanta fuerza que logran sacar de ella gotas de agua que aún quedaban muy impregnadas entre el entramado de hilos.
4 comentarios:
Dijo Murakami una vez: "I’m a coward when it comes to matters of the heart. That is my fatal flaw."
A todo esto este Blog seguía vivo?? El mío quedó en animación suspendida y me olvidé de la Blogosfera, que mal, estaré pasando Noe. Un abrazo.
Hola Noe, mientras leía el blog de Lom Briz, caí en el tuyo y me quedé leyendo tu observación sobre Tokio Blues.
Después de un suceso de pérdidas, nunca me imaginé que iba a encontrar en un libro tantos aciertos emocionales, acaso será una visión japonesa de la vida? jaja
Ademas esto:
"quiero coninarte un estofado,
pero no tengo cazuela.
Quiero tejerte una bufanda,
pero no tengo lana.
Quiero escribirte una poesía,
pero no tengo pluma"
La cancion se titula "No tengo nada"
La letra era espantosa, lo mismo que la melodía.
Dentro de los relatos angustiantes aparecen cosas como esta que son muy graciosas!
uhh que largo
Saludos
visión japonesa de la vida... algo que aún no termino de conocer, si acaso existe.
Creo que tal vez sea una visión más puntillosa de la vida y los sucesos.
Jajajaja graciosa la letra de ese tema. El mejor verso, el del estofado.
Siempre es bueno saber que se suma un nuevo lector, aunque se pierdan 5... :P
Un abrazo, Sr/a Anónimo
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