Inicia su recorrido preciso, desde allá arriba
se escapa sin presura, pero sin mirar atrás.
Dudar no estaba dentro de sus planes
la huída era inminente,
y había sido cuidadosamente premeditada
Sin cómplices, sin aliados
ella se fugaba
como una melodía metálica
como un secreto en boca de una niña de 4to grado
Su paso era seguro y firme.
Ya no había tiempo para mirar al costado.
Derecho hacia abajo, rodando cada vez más rápido
Como una babosa dejaba una suerte de estela en el metal
como un glaciar, el metal la congelaba
cada vez más cerca y cada vez más veloz,
la gota de agua rodaba por el termo
para ser laguna en la mesa