las alegrías no necesariamente vienen en noticias impactantes, en grandes sorpresas o "narraciones extraordinarias" (by el edgardo de muerte misteriosa)
pueden venir con instantáneos momentos de lucidez como darse cuenta que uno está vivo. y Bradbury creo que lo explicará mejor que yo:
"Estoy vivo, pensó. Le temblaron los dedos, brillantes de sangre, como los jirones de una extraña bandera, recién encontrada y nunca vista, y se preguntó a qué país debería agradecer el homenaje. (...) ¡Estoy realmente vivo!, pensó. ¡Nunca lo supe, y si lo supe no recuerdo! -¡Tom! ¿Saben todos en el mundo... que están vivos? -¡Claro que sí! -Espero que sí - susurró Douglas - Oh, seguro que sí. "
(Bradubury, Ray: "El vino del estío")
encontrar la cita justa en un libro que hace años que no abrís
esquivar esa baldosa floja y sonreir por tu avidez
un profesor que se copa a dejarte libre 30 minutos antes
sentir curiosidad por los ojos entrecerrados de las personas que arriman el cigarrillo a sus labios
esa canción que te pasan por la radio
esas canciones que te pasan por la radio
los mails recibidos
el mate individual con palitos de queso que una prima que pasó a visitar te regaló
no haber salido con paraguas y que no llueva
sentir que con agua saciás la sed (metafórica y literalmente)
que no te importe enterarte de que tu inconsciente mantiene el monopolio de ciertos saberes y conocimientos
que no sólo "cogito ergo sum" sino que también sufrir ergo sentir, sentir ergo sum (harry pod´ria proveerme de los términos correspondientes al latín para sufrir y sentir)
tener este tiempito para esbirir en el blog
3 comentarios:
Me re gusto Noe!
Muy disfrutable su escrito
si la cuestión es acerca de lo simple que puede ser (o sonar) el hecho de encontrar la felicidad, tal vez baste con encontrar a otra persona.
igual, del dicho al hecho hay años luz y años literales de distancia... o no.
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